No somos una escuela gigante, ni queremos serlo. Preferimos conocer a cada estudiante y acompañarlo de cerca, en un ambiente distendido y familiar. Queremos que Porteñísima sea una especie de “pequeña casa”: un lugar que te recibe y te cuida mientras estás lejos.

Trabajamos siempre en equipo. Cada clase y cada programa se piensan y se revisan colectivamente. Si un profe tiene dudas o nuevas ideas, siempre hay alguien con quien compartirlas. Esa forma de trabajo hace que enseñar no sea un camino solitario, sino una experiencia de comunidad. Si como profe no sé bien cómo encarar una actividad, si algo en clase no salió como esperaba, o si tengo una idea medio en el aire, siempre hay alguien con quien charlarlo y hacerlo aterrizar. 

Somos docentes de español como lengua extranjera, sí. Pero nuestro equipo es diverso: algunos vienen de la lingüística, la literatura o los idiomas; otros del teatro, la música, la cocina, las artes o el turismo. también somos lectores, artistas, cocineros, músicos, deportistas. Nos une la curiosidad (y ay! cómo nos gusta encontrar coincidencias entre nosotros y entre los alumnos!). Esa variedad enriquece los cursos y aporta estilos distintos que se complementan, aun cuando compartimos el mismo enfoque y materiales. Muchos alumnos nuestros tuvieron clases con diferentes profesores de nuestro equipo a lo largo de sus cursos, y todos mencionan la riqueza que ganaron con cada uno.

Lo que nos une es la pasión: por la lengua, por enseñar y por acompañar. Creemos en hacerlo con humor, con preguntas, con escucha y con respeto. Nos importa de verdad que cada estudiante aprenda, se sienta cómodo y disfrute el proceso. Y también nos une el deseo de compartir lo que sabemos y lo que seguimos aprendiendo. Creemos en enseñar con humor, con preguntas, con tiempo, con escucha y paciencia. Bueno… y lo obvio: somos gente muy apasionada por la lengua. Nivel nerd entusiasta fuerte. 
Nuestro equipo está siempre en movimiento: cambia, crece, se reinventa. Pero hay algo que permanece: las ganas de enseñar con dedicación y alegría. Y eso, para nosotros, es lo que hace a una buena clase y a una buena escuela.